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gasóleo bonificado

Gasóleo bonificado en transporte

El término gasóleo bonificado o gasóleo profesional está presente con frecuencia en el mundo del transporte por carretera. Los transportistas, gestores de flotas y empresas logísticas suelen preguntar: ¿qué es exactamente?, ¿quién puede utilizarlo?, ¿cómo se solicita?, ¿para qué usos está permitido? Y recientemente, una noticia ha creado debate: Alemania ha prohibido el uso de gasóleo bonificado en los frigoríficos de transporte.

¿Qué es el gasóleo bonificado?

El gasóleo bonificado, también conocido como gasóleo profesional, es un mecanismo fiscal que permite recuperar parte del impuesto especial sobre hidrocarburos pagado al repostar. No se trata de un carburante diferente, sino de un sistema de devolución parcial aplicado al consumo de gasóleo por parte de profesionales del transporte de mercancías, transporte de viajeros, taxis y sector agrícola.

En España, este sistema está regulado y gestionado por la Agencia Tributaria. Para beneficiarse de él, las empresas deben inscribirse en el censo de beneficiarios y garantizar que el repostaje se realiza con tarjetas de gasóleo bonificado autorizadas.

El gasóleo agrícola, por su parte, es otro régimen bonificado destinado exclusivamente a maquinaria agrícola, como tractores y cosechadoras, con un tratamiento fiscal propio.

¿Quién puede usar gasóleo bonificado?

La normativa española establece con claridad qué vehículos pueden acceder al gasóleo bonificado. Los principales beneficiarios son:

      • Vehículos destinados al transporte de mercancías por carretera con un peso máximo autorizado (PMA) igual o superior a 7,5 toneladas.

      • Vehículos de transporte de viajeros clasificados en las categorías M2 o M3.

      • Taxis con licencia y taxímetro.

    El uso está restringido únicamente a estos colectivos. Si un vehículo no cumple los requisitos, no puede acogerse a la devolución. Además, el uso indebido como repostar coches particulares o vehículos no autorizados, está sancionado con multas económicas severas y la pérdida del derecho a recibir devoluciones.

    ¿En qué se utiliza el gasóleo bonificado?

    El gasóleo bonificado se utiliza en actividades profesionales que dependen de este combustible para su funcionamiento. Los usos principales son:

        • Transporte de mercancías por carretera con vehículos pesados.

        • Transporte de viajeros mediante autobuses y microbuses.

        • Vehículos autorizados del sector del taxi.

        • Maquinaria agrícola, bajo el régimen de gasóleo agrícola.

        • Equipos auxiliares, como frigoríficos instalados en camiones, siempre que cumplan con la normativa española.

      ¿Qué es la tarjeta de gasóleo bonificado?

      Para acceder a la devolución, las empresas deben utilizar tarjetas de gasóleo bonificado. Estas tarjetas, emitidas por entidades financieras y compañías energéticas, registran cada repostaje y vinculan el consumo con un vehículo autorizado.

      De esta forma, la Agencia Tributaria puede comprobar automáticamente los litros consumidos, validar las operaciones y calcular la devolución correspondiente. Además, estas tarjetas generan facturas consolidadas que sirven como respaldo documental en caso de inspección.

      ¿Cómo funciona la devolución del gasóleo bonificado?

      El sistema de devolución del gasóleo profesional se desarrolla de la siguiente manera:

          1. La empresa o transportista se inscribe en el censo de beneficiarios de la Agencia Tributaria.

          1. Los repostajes se realizan con tarjetas autorizadas y los datos se comunican de forma telemática.

          1. Cada mes, la Agencia Tributaria revisa los consumos y calcula la devolución parcial del impuesto sobre hidrocarburos.

          1. Una vez verificada la información, se procede al abono en la cuenta del beneficiario.

        La devolución no se aplica sobre el precio completo del combustible, sino únicamente sobre el impuesto especial pagado, con un límite máximo de litros por vehículo al año. En la práctica, puede suponer un ahorro de unos 49 euros por cada 1.000 litros repostados, lo que en flotas grandes representa una cifra significativa.

        ¿Cuáles son los límites y condiciones del gasóleo bonificado?

        El acceso al gasóleo bonificado está sujeto a límites legales. Cada vehículo autorizado tiene un máximo anual de litros sobre los que puede aplicarse la devolución. Además, los repostajes deben realizarse siempre con tarjetas registradas.

        La Agencia Tributaria vigila consumos atípicos, como repostajes múltiples el mismo día en un mismo vehículo, que pueden considerarse sospechosos y dar lugar a requerimientos adicionales.

        ¿Qué pasa con el gasóleo bonificado en Alemania?

        Uno de los cambios más relevantes en los últimos meses afecta directamente a los transportistas internacionales. Alemania ha prohibido expresamente el uso de gasóleo bonificado en motores auxiliares, incluidos los frigoríficos de camiones y semirremolques.

        Mientras que en España se permite, bajo condiciones, el uso de gasóleo bonificado en equipos frigoríficos con depósito independiente, la normativa alemana no lo reconoce. Según el EnergieStG §21 y EnergieStV §41, cualquier uso de gasóleo marcado en motores auxiliares está considerado ilegal.

        En los controles fronterizos, las autoridades alemanas pueden extraer muestras del depósito, exigir el pago completo del impuesto (unos 0,47 €/litro) sobre todo el combustible e imponer sanciones económicas o incluso la inmovilización del vehículo.

        ¿Qué riesgos existen al usar gasóleo bonificado de forma indebida?

        El uso fraudulento del gasóleo bonificado, ya sea en España o en otros países, conlleva riesgos importantes. Entre ellos:

            • Multas de hasta cuatro veces el valor del combustible defraudado.

            • Pérdida del derecho a futuras devoluciones.

            • Inmovilización del vehículo en controles internacionales.

            • Perjuicios reputacionales para la empresa.

          En España, ya se han detectado sanciones a conductores que utilizaban gasóleo agrícola en vehículos particulares. En Alemania, transportistas españoles han recibido sanciones por usar gasóleo bonificado en frigoríficos al cruzar el país.

          El uso indebido del gasóleo bonificado puede derivar en sanciones graves. En estos casos, contar con un servicio de asesoría legal en transporte especializado puede marcar la diferencia en la defensa de la empresa.

          ¿Qué deben hacer las empresas de transporte para evitar sanciones?

          La prevención es la clave para aprovechar el beneficio del gasóleo bonificado sin exponerse a sanciones. Algunas recomendaciones prácticas son:

              • Realizar auditorías internas periódicas para revisar consumos y vehículos autorizados.

              • Repostar siempre con tarjetas de gasóleo bonificado registradas.

              • Conservar facturas y documentos de cada repostaje.

              • Evitar usar gasóleo bonificado en rutas internacionales por Alemania y otros países que lo prohíben.

              • Formar a conductores y responsables de flota en el uso correcto del gasóleo profesional.

              • Consultar con asesoría legal especializada en transporte en caso de sanciones o dudas sobre normativa internacional.

            El gasóleo bonificado es una medida fiscal que ayuda a reducir los costes de combustible en actividades profesionales como el transporte de mercancías, el transporte de viajeros y la agricultura. Su correcta gestión supone un ahorro significativo para las empresas, pero también exige un cumplimiento riguroso de la normativa.

            La situación se complica en rutas internacionales, especialmente con la prohibición alemana del gasóleo bonificado en frigoríficos, lo que obliga a planificar con detalle dónde repostar y qué tipo de combustible utilizar.

            En un sector tan vigilado como el transporte, la clave está en combinar ahorro fiscal con cumplimiento normativo. Las empresas que lo hagan de forma adecuada no solo reducirán costes, sino que evitarán riesgos legales y sanciones que pueden ser muy costosas.